La regulación para la transición energética es imprescindible. Por ello la UE ha configurado un marco regulatorio propio con el objetivo de crear un mercado energético que garantice la sostenibilidad y una transición energética justa.
El papel de la regulación en la transición energética
Lograr descarbonizar la economía es imprescindible. Hace falta un cambio estructural en el modelo energético, pero también una transformación en el modo de producir y consumir. Todo un desafío, que exige que la transición energética se sitúe en el centro de las estrategias de política económica y de lucha contra el cambio climático. Este proceso hará posible una economía con fuentes primarias de energía más sostenibles con bajas de gases efecto invernadero, especialmente el CO2.
"La estrategia de descarbonización y lucha contra el cambio climático necesita un marco de actuación basado en políticas de energía y clima, con una regulación que establezca las reglas que nos permitirán alcanzar los objetivos climáticos."
Regulación a nivel europeo
La Unión Europea ha configurado un marco regulatorio propio a través de la implementación de directivas, reglamentos y normas específicas para logar un mercado energético integrado, que garantice la seguridad del suministro, la sostenibilidad del sector y una transición energética justa para todos.
"En su compromiso para liderar la lucha contra el cambio climático a nivel mundial, la UE ya presentó en 2007 los primeros objetivos de clima y energía, basados en tres pilares fundamentales: la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el despliegue de energías renovables y la eficiencia energética. "
Este paquete de medidas representó el inició de un nuevo capítulo en las políticas europeas de clima y energía y ha marcado el rumbo del diseño estratégico de nuevos paquetes de medidas a medio y largo plazo (el Marco sobre energía y clima para 2030, la Hoja de ruta hacia una economía descarbonizada y competitiva en 2050, la Estrategia a largo plazo para un planeta más sostenible para todos, así como el reciente Pacto Verde Europeo conocido como Green Deal).
Europa quiere ser pionera en todos estos ámbitos y, ahora que la inevitable transición energética es una realidad, aspira a ocupar posiciones de liderazgo en todas estas materias.
¿Cuáles son los objetivos de energía y clima de la Unión Europea para 2030?
Los objetivos europeos en materia de energía y clima hasta 2030 incluyen :
- Un 55% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990,
- Una cuota del 32% de energías renovables sobre el consumo total de energía final bruta
- Un 32,5% de mejora de la eficiencia energética.
Hasta el momento la Comisión Europea ya ha publicado cinco grandes paquetes legislativos, en su compromiso para reducir las emisiones netas de efecto invernadero y alcanzar los objetivos de energía y clima.
Las directivas establecen los aspectos básicos que todos los países de la Unión Europea deben cumplir, pero cada país tiene que elaborar sus propias leyes nacionales para llegar a los objetivos. En cambio, los reglamentos son de aplicación directa.
¿Qué paquete legislativo debe facilitar la consecución de los objetivos para 2030?
El paquete “Energía limpia para todos los europeos”, anunciado en 2016, aporta continuidad y certidumbre a los objetivos europeos de energía y clima para 2030, a través del desarrollo de cuatro directivas y cuatro reglamentos interconectados. Las directivas hacen referencia a las energías renovables, la eficiencia energética, la eficiencia energética de los edificios y la electricidad, mientras que los cuatro reglamentos son sobre la gobernanza, la preparación de riesgos, el diseño del mercado de electricidad y la cooperación de reguladores de energía. Este marco normativo refuerza de nuevo la dirección ascendente hacia la sostenibilidad de la Unión Europea.
¿Qué es el Pacto Verde Europeo (Green Deal)?
El Pacto Verde Europeo, también conocido como Green Deal , es la nueva estrategia de crecimiento propuesta por la Unión Europea en diciembre de 2019. Se trata de una hoja de ruta que tiene como objetivo modernizar la economía europea, haciéndola más competitiva, equitativa, eficiente en el uso de recursos, y climáticamente neutra para el año 2050. La acción del Pacto Verde Europeo se centra en una serie de áreas prioritarias: promover una energía asequible, segura y limpia basada en fuentes renovables, una industria verde, circular y respetuosa con el medio ambiente, edificios eficientes desde un punto de vista energético, movilidad sostenible e inteligente o agricultura y sistemas de producción alimentaria más respetuosos con el medio ambiente. Todo ello protegiendo también la biodiversidad y los ecosistemas.
¿En qué consiste el paquete de medidas “Fit for 55- Objetivo 55”?
Convertir Europa en el primer continente climáticamente neutro para 2050 requiere de mayores esfuerzos. De este modo, y como paso intermedio hacia la neutralidad climática, la Comisión Europea presentó en verano de 2021 el paquete de medidas “Fit for 55”. Esta iniciativa tiene el propósito de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos un 55% de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990.
“Fit for 55 ” es un conjunto de propuestas para revisar y actualizar la legislación de la Unión Europea y asegurar que las políticas se ajusten a los objetivos en materia de clima y energía. El paquete de medidas incluye acciones concretas, como la aplicación del comercio de emisiones de CO2 (mercados de carbono) a nuevos sectores y el endurecimiento del actual sistema, un mayor uso de energías renovables y mayor eficiencia energética, uso de combustibles más ecológicos en el transporte, medidas para evitar la fuga de carbono, así como modificaciones en la fiscalidad de los productos energéticos.
¿Y en España, qué marco institucional tenemos?
Los criterios de la Unión Europea sobre energía y clima tienen efectos directos sobre las políticas de los Estados Miembros. En lo que respecta a España, a inicios de 2019 se presentó el “Marco Estratégico de Energía y Clima: una propuesta para la modernización española y la creación de empleo”. De acuerdo con las orientaciones europeas, que a su vez responden a los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París de 2015, este documento se basa en tres pilares fundamentales: la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y la Estrategia de Transición Justa.
Paralelamente, y con el propósito de dar continuidad al camino iniciado hacia una economía baja en carbono, el Gobierno de España aprobó la Estrategia de descarbonización a largo plazo, que permitirá reducir un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 respecto a 1990.
¿Qué es la Ley de Cambio Climático y Transición Energética?
España cuenta desde 2021 con la primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que establece el marco normativo e institucional para lograr la neutralidad climática. Esta ley define objetivos cuantificados de gases de efecto invernadero (GEI), de energías renovables y de eficiencia energética para el año 2030 y, así, da cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos.
¿Qué es el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)?
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) define las políticas y medias necesarias para poder alcanzar los objetivos recogidos en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En particular, establece un aumento de la penetración de las energías renovables en un 42% en 2030, una reducción del 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero, una mejora del 39,5% de la eficiencia energética y alcanzar el umbral del 74% de energía renovable en la generación eléctrica.
¿Qué es la Estrategia de Transición Justa?
Es el instrumento que permite identificar correctamente los colectivos, sectores, empresas y territorios potencialmente más afectados por el proceso de descarbonización, detectar oportunidades de creación de actividad económica y empleo verde y monitorizar el mercado de trabajo en el marco de la transición energética.