Para lograr una transición energética efectiva, es esencial contar con recursos naturales como el níquel, el litio o las tierras raras. Sin embargo, debido a los desafíos que se pueden encontrar durante su extracción y comercialización, obtenerlos puede representar todo un reto.
Autores del artículo:
Yolanda Moratilla, Investigadora de la Cátedra Rafael Mariño de Nuevas Tecnologías Energéticas (Comillas-ICAI) y Presidenta del Comité de Energía y Recursos Naturales del Instituto de Ingeniería de España.
Susana Ortíz, Investigadora de la Cátedra de Transición Energética Fundación Repsol (Comillas-ICAI) .
Carlos de Miguel, Profesor Titular de la Cátedra de Transición Energética en ICAI.
En estos momentos, la Unión Europea se halla en medio de un proceso de renovación hacia un sistema energético más limpio, sostenible y descarbonizado. Una transformación estructural que requiere del suministro constante, seguro y suficiente de diferentes materias primas, claves en la construcción de elementos tan importantes en este proceso como baterías, placas fotovoltaicas, electrolizadores, pilas de hidrógeno o turbinas de aerogeneradores.
El problema es que estos recursos naturales plantean cuestiones relacionadas con su escasez, su proceso de extracción y la acumulación de yacimientos en unos pocos países, que pueden amenazar el suministro en Europa y como consecuencia, sus avances en la transición energética.
Qué son las materias primas críticas y estratégicas
Se trata de elementos que se encuentran en la naturaleza y que son vitales para el desarrollo de la economía, por lo que existe una gran demanda de ellos, a pesar de que su suministro es escaso o no está garantizado.
Esta situación se debe principalmente a dos motivos; por un lado, a la poca cantidad que hay de estos recursos en el medio, y por otro, a cuestiones como la geopolítica o las relaciones comerciales entre países. Es por eso que se categoriza a estos recursos como críticos y estratégicos, teniendo en cuenta los desequilibrios entre la oferta y la demanda que se dan con ellos.
En el caso de Europa, la Comisión Europea publica cada tres años un informe en el que revisa la lista de materias primas que considera fundamentales. El siguiente sería el listado de establecido para 2023, con los recursos agrupados teniendo en cuenta el sector de aplicación en el que son necesarios.