Mapamundi pirograbado

El propósito del Estudio ha sido identificar qué aspectos geopolíticos pueden tener incidencia en las materias primas que son relevantes para llevar a cabo la transición energética que ha iniciado gran parte del mundo, y concretamente Europa. Para ello se identifican en primer lugar cuáles son las materias primas relevantes para la transición energética, y por qué razón lo son en lo que se refiere a la transición energética; en segundo lugar, se identifican y explican los aspectos geopolíticos que pueden incidir en esas materias primas, sea en su obtención, en su suministro, en su uso o en otro aspecto relevante, y los riesgos que estos aspectos plantean; a continuación, se apuntan posibles soluciones alternativas a las ya existentes para eliminar o reducir los riesgos identificados. El documento finaliza con unas conclusiones prácticas.

Identificación de materias primas relevantes para la transición energética

El carácter crítico de las materias primas se refiere a su disponibilidad, que deviene en un riesgo de suministro, y a la vulnerabilidad como consecuencia de ese riesgo.

Algunas de las materias primas críticas son: el teluro, la plata, el cadmio, el cobalto, el cobre, el galio, el indio, el litio, el manganeso, el níquel, el estaño y el zinc. La UE ha elaborado un listado pormenorizado de las mismas.

Aspectos geopolíticos que pueden incidir en las materias primas y riesgos que se plantean

1. Determinación de los Estados clave

La determinación de qué Estados son clave en relación con las materias primas relevantes para la transición energética puede hacerse tomando en consideración distintos criterios. En este documento se han tomado en cuenta tres: Estados que son productores relevantes de materias primas; Estados que son relevantes en la cadena de suministro de materias primas; y Estados que son relevantes por su potencial capacidad de influir en la actuación de otros Estados relevantes.

2. Estados productores relevantes

Algunos Estados, dentro de los productores más relevantes, destacan sobre otros por ser productores de más del 50% mundial de alguna materia prima crítica determinada. Ejemplo de esto se encuentran en EEUU con el berilio, China con el escandio y el vanadio, Brasil con el niobio, la República Democrática del Congo con el cobalto y Sudáfrica con el iridio, el platino, el rodio y el rutenio. Otros Estados, que destacan dentro de los suministradores más relevantes a la Unión Europea por aportar más del 50% de alguna materia prima crítica determinada son: China con el bismuto, Kazajistán con el fósforo y Turquía con el antimonio.

3. Estados relevantes en la cadena de suministro

Dentro de la cadena de suministro de las materias primas destinadas a la UE, destacan ciertos Estados respecto de materias primas que, si bien no producen, sí refinan. Es el caso, por ejemplo, de China con el litio o las tierras raras ligeras, de las cuales suministra un 75% de las necesitadas en la Unión Europea. Otros estados relevantes serían Kazajistán por el suministro de fósforo a la UE (71%), Turquía por el feldespato (51%), España por el estroncio (99%) o Guinea por la bauxita (63%).

4. Estados relevantes por su potencial capacidad de influencia

Atendiendo a la capacidad económica como causa principal de influencia de un Estado sobre otro, cabe destacar a Estados Unidos y a China, por ser las dos mayores potencias económicas mundiales. En el documento se da algún detalle sobre sus áreas geográficas de influencia.

5. La fiabilidad como aspecto geopolítico determinante. Riesgos y consecuencias.

La fiabilidad, entendida como confianza: confianza que un Estado puede tener en otro para obtener las materias primas que necesita para llevar a cabo su transición energética. Puede haber otros aspectos, pero se ha tomado éste como el más claro.

Propuesta de soluciones alternativas

El propósito de este documento es centrarse en otras soluciones adicionales, aunque antes, se cree conveniente hacer referencia a la neutralidad tecnológica como presupuesto para encontrar y aprovechar estas soluciones. La neutralidad tecnológica supone que la legislación debe centrarse en los objetivos que se quieren fijar, sin imponer tecnologías concretas y, como contrapartida, sin discriminar el uso de cualquier tipo de tecnología que sea susceptible y adecuada para conseguir los objetivos fijados.

1. Fomento de la autoproducción

El fomento de la autoproducción es una de las principales propuestas para lograr la transición energética. Se focaliza en garantizar la seguridad del suministro de materias primas claves con fuentes del propio Estado.

2. Economía circular

La economía circular es aquel modelo de producción y consumo en el cual el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantiene durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduce al mínimo la generación de residuos. Esto implica una extensión de la vida del producto que se consigue mediante el reciclaje, la reparación, renovación, en definitiva, el tratamiento de los materiales y productos existentes cuanto sea posible creando valor añadido, todo lo cual debe redundar en facilitar la transición energética.

3. Formas alternativas de crecimiento

Al hablar de formas alternativas de crecimiento se hace referencia a formas de crecimiento que parten de que existe una cantidad limitada disponible de recursos naturales. Estas formas alternativas de crecimiento pueden ir acompañadas de un descenso de la producción a nivel global, pero no necesariamente de un descenso del bienestar general sino más bien de una reducción del consumo innecesario para lograr un bienestar adecuado.

Conclusiones

Estimamos que el aspecto geopolítico principal que puede incidir en las materias primas críticas para llevar a cabo la transición energética es la fiabilidad, entendida como la confianza que un Estado puede tener en otro para obtener las materias primas que necesita para llevar a cabo su transición energética, con sus riesgos y consecuencias.

Esto hace que parezca prudente, para los Estados que no son relevantes en relación con estas materias primas (como es el caso, en general, de los Estados miembros de la Unión Europea), buscar opciones que reduzcan o eventualmente eliminen su dependencia de los Estados que sí son relevantes. Estas opciones pueden considerarse como alternativas a otras en las que ya se está trabajando, como la mejora del almacenamiento energético, la eficiencia energética y el ahorro energético.

En todo caso, es preciso un esfuerzo de concienciación grande a todos los niveles para poder hacer realidad estas soluciones.