¿En qué consiste el reto climático?
El cambio climático ha existido siempre, lo que preocupa en estos momentos es la velocidad en la que se está aumentando la temperatura del planeta debido a la acción del hombre. Por ello es uno de los mayores desafíos globales a los que se enfrenta nuestra sociedad.
"La actividad humana (industria, transporte, electricidad, agricultura y ganadería) genera emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera. Es decir, se provoca un incremento de la temperatura de la Tierra que genera impactos económicos y medioambientes severos e irreversibles."
Debido al calentamiento global vivimos unas condiciones meteorológicas más extremas, el deshielo de los glaciares y un crecimiento del nivel del mar. Estas circunstancias climáticas afectan a las generaciones presentes y futuras y, en consecuencia, tienen cada vez más repercusión en nuestras economías, el medio ambiente, la salud y la calidad de vida de las personas. Así pues, nos enfrentamos a un reto de escala internacional que necesita soluciones para el cambio climático globales y urgentes.
Diversos países se han puesto de acuerdo para trabajar conjuntamente en soluciones coordinadas que ayuden a mitigar los efectos del cambio climático y a garantizar la reducción de emisiones de gases efecto invernadero para intentar detener el aumento de temperatura del planeta, como se estableció en el Acuerdo de París.
El objetivo global es trabajar por una transición energética justa que garantice la descarbonización de la economía, reduciendo los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera, para así reducir el aumento de temperatura del planeta.
Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
Las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) a la atmósfera han ido aumentando debido, sobre todo, a la acción humana. Y, más específicamente, la generación y consumo de energía de origen fósil.
Según la Agencia Internacional de la energía, la energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 70% de todas las emisiones mundiales de gases efecto invernadero (GEI). El 90% de estas emisiones son de CO2, debido a la combustión de los recursos fósiles y el 9% son metano (CH4), debido a la extracción, transformación y distribución de petróleo y gas.
El sector energético debe jugar un papel vital para hacer frente al gran reto global del cambio climático, ya que suponen el mayor número de emisiones de gases efecto invernadero a la atmósfera, seguido del sector industrial, el del transporte, la agricultura y la ganadería. Por lo tanto, si queremos alcanzar los objetivos de lucha contra el cambio climático, es necesario que se aborde un importante proceso de transformación para descarbonizar la economía, es decir, buscar nuevas formas de energía que generen bajas o nulas emisiones de CO2, el principal gas de efecto invernadero.