Paisaje verde

¿Qué es la captura, almacenamiento y uso del carbono?

La captura, almacenamiento y uso del carbono (CCUS por sus siglas en inglés) contempla todos aquellos procesos tecnológicos que buscan reducir el CO2 de la atmósfera, capturándolo y usándolo como materia prima para generar nuevos productos, como combustibles sintéticos con cero emisiones netas, materiales de construcción y polímeros, o almacenándolo de forma segura en el subsuelo. 

Es una más de las soluciones para reducir los niveles de gases de efecto invernadero (GEI), pero también ofrece la posibilidad de darle otros usos, actualmente en desarrollo. 

La captura, almacenamiento y uso del carbono (CCUS por sus siglas en inglés) contempla todos aquellos procesos tecnológicos que buscan reducir el CO2 de la atmósfera, capturándolo y usándolo como materia prima para generar nuevos productos.

Relevancia de las tecnologías CCUS en la estrategia de descarbonización

Avanzar en la descarbonización de la economía y reducir nuestra intensidad de carbono, implica no solo dejar de emitir CO2, sino también desarrollar tecnologías capaces de capturarlo y reutilizarlo. Tecnologías que nos ayuden a ser más eficientes, a encontrar nuevas formas de generar y consumir energía y a crear nuevos productos a partir de residuos.

La completa descarbonización de la economía española supone eliminar los más de 300 millones de toneladas de CO2 que se producen cada año, para poder mitigar los efectos del cambio climático. Con estas operaciones de captura y almacenamiento se puede devolver CO2 al subsuelo y cumplir, así, con los objetivos de descarbonización suscritos en el Acuerdo de París.

Tecnologías CCUS en sectores intensivos en carbono

Las tecnologías de Captura, Almacenamiento y Uso del Carbono (CCUS) tienen un papel clave para la consecución de los objetivos climáticos. Son tecnologías capaces de contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en sectores intensivos en carbono, en los que resulta más difícil encontrar alternativas de descarbonización.

En su informe “CCUS in Clean Energy Transition”, la Agencia Internacional de la Energía expone que este el único grupo de tecnologías que contribuye tanto a reducir las emisiones directas en sectores clave, como a garantizar la neutralidad en carbono en los usos energéticos difíciles de evitar. Asimismo, apunta que después de años de lento progreso, los nuevos incentivos a la inversión y unos objetivos climáticos fortalecidos están reimpulsando este tipo de tecnologías.

Factores clave en el despliegue de soluciones CCUS

El desarrollo tecnológico se configura como una de las principales vías para frenar el cambio climático, el motor para impulsar la transición energética y satisfacer la demanda de energía sin aumentar las emisiones de CO2. Las tecnologías relacionadas con la descarbonización están conectadas entre sí y hay que seguir trabajando para introducirlas en el mercado. Para ello es clave la regulación, pero también hace falta más innovación, más compromiso y más colaboración entre compañías grandes y pequeñas, para desarrollar y consolidar un ecosistema de innovación alrededor del CCUS. 

Aunque muchos países han asignado a la tecnología de captura y almacenamiento de dióxido de carbono un papel indispensable en sus planes nacionales de mitigación del cambio climático, es crucial eliminar los obstáculos a los que se enfrentan estas tecnologías (falta de viabilidad económica, barreras regulatorias, aceptación pública, entre otros).

Usos del carbono capturado

En el sector energético, la conversión del CO2  capturado puede transformarse en materia prima de productos químicos y nuevos materiales y generar un amplio abanico de oportunidades: desde la síntesis de polímeros y la obtención de combustibles sintéticos, a su incorporación a materiales de construcción. Un elemento común de todos estos nuevos productos y aplicaciones es la necesidad de impulsar la innovación para reducir costes y garantizar que las tecnologías emergentes críticas sean escalables y se vuelvan comerciales.

Soluciones basadas en la naturaleza para secuestro de carbono

Además de las soluciones técnicas, las soluciones basadas en la naturaleza consisten en diversos métodos naturales que también permiten secuestrar carbono. Por ejemplo, mediante la reforestación, la naturaleza garantiza un enorme flujo de CO2 hacia la tierra a través de la fotosíntesis. El suelo es también un gigantesco almacén de carbono, con capacidad de secuestrar una cantidad muy superior a la que representan la atmósfera y todas las plantas y animales vivos en su conjunto.