El autor analiza la problemática del impacto de los diferentes tipos de movilidad sostenible en términos de su huella hídrica.

En el caso de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables, su impacto en la huella hídrica depende en gran medida de cómo se genera la electricidad para cargar sus baterías. La generación eléctrica a partir de fuentes como la hidráulica o la biomasa puede tener un impacto significativo en el consumo de agua, lo que puede resultar en un aumento de la huella hídrica en comparación con los vehículos de combustión interna.

Los vehículos de hidrógeno presentan un desafío adicional en términos de huella hídrica. El consumo de recursos hídricos puede aumentar considerablemente según el proceso de producción del hidrógeno y la materia prima utilizada. La elección de cómo se genera la energía eléctrica para la producción de hidrógeno también influye en la huella hídrica.

En cuanto a los biocombustibles, se observan diferencias notables en comparación con los combustibles fósiles. La huella hídrica varía según la materia prima utilizada en la producción de biocombustibles. En particular, el biodiesel y el aceite vegetal hidrogenado (HVO) pueden tener una huella hídrica significativamente mayor, dependiendo de la materia prima empleada.

En resumen, es necesario considerar cuidadosamente la huella hídrica al evaluar y comparar diferentes tecnologías de vehículos. Las decisiones sobre cómo se genera la energía y los combustibles para los vehículos tienen un impacto directo en el consumo de agua y, por lo tanto, en la sostenibilidad hídrica de la movilidad.

El estudio se enfoca en la transición hacia una movilidad más sostenible y la influencia de los factores que afectan las decisiones de compra de vehículos nuevos por parte de los consumidores. La información recopilada es esencial para que tanto las organizaciones públicas como las empresas puedan desarrollar estrategias efectivas en apoyo de las nuevas tecnologías de propulsión.

Se analiza el período comprendido entre 1990 y 2021, centrándose en la introducción y cumplimiento de las normativas EURO para vehículos de pasajeros. Estas normativas establecen límites máximos de emisiones para vehículos nuevos, lo que ha impulsado avances tecnológicos significativos en la reducción de emisiones contaminantes locales y globales.

El estudio revela que, a pesar de la obligatoriedad de cumplir con las normativas EURO, la penetración de vehículos que cumplen con las normativas más recientes ha sido lenta. Esto se debe en parte a factores económicos, como la crisis de 2008 y la pandemia de 2020. Además, los propietarios de vehículos tienden a mantener sus vehículos durante más de 20 años, lo que ha resultado en un envejecimiento del parque automovilístico español y la presencia de vehículos menos ecológicos.

La introducción de tecnologías de propulsión electrificadas, como vehículos híbridos y eléctricos, parece enfrentar desafíos similares en términos de penetración en el mercado debido a sus precios más elevados y limitaciones en autonomía y puntos de recarga. La situación económica de los propietarios y la lentitud en la adopción de estas tecnologías están afectando la transición a una movilidad más sostenible.

Este estudio subraya la necesidad de abordar el envejecimiento del parque automovilístico y promover la adopción de tecnologías más limpias, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas de las normativas EURO y los desafíos que se presentan en la actualidad.