El sector de la construcción es uno de los que más energía consumen en el mundo, representando el 23% de la contaminación atmosférica, el 40% a la contaminación de agua potable y el 50% de los residuos de vertedero, por lo que, reducir la demanda de energía en las edificaciones se ha convertido en la estrategia más eficaz para disminuir el consumo de energía y las emisiones de CO2.

Hoy en día, existen soluciones y estrategias de eficiencia energética que permiten construir con parámetros de consumo de energía baja o casi nula, incluso devolviendo energía a la red, y modernizar las construcciones existentes hasta reducir su consumo de energía entre un 50% y un 90%. 

Ningún otro sector tiene la capacidad de lograr este cambio hacia un modelo sostenible y respetuoso con el medio ambiente que acompañe al aumento poblacional y a la mejora de los estándares de vida, garantizando un futuro neutro en carbono que combine las necesidades de las personas y del planeta.