Aceptación Pública del Vehículo Autónomo, Conectado y Compartido

Autor

Felipe Jiménez

Catedrático en la Universidad Politécnica de Madrid y subdirector del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil Francisco Aparicio Izquierdo.

Felipe

Se identifican las principales barreras para el uso del vehículo autónomo conectado y compartido.

En la movilidad autónoma se centran en aspectos legales y normativos, debido a la falta de legislación adaptada a la conducción no humana, así como en barreras económicas debido al alto coste asociado a la implementación de las tecnologías necesarias tanto en infraestructura como en superestructura.

En cuanto a la movilidad conectada, se espera que tenga beneficios en la información disponible, la seguridad vial, el confort, el medio ambiente, el tiempo de viaje, el tráfico y la calidad de vida. Sin embargo, su impacto en la imagen social y los puestos de trabajo es incierto.

En relación con el vehículo compartido, se espera que sea beneficioso en aspectos económicos, el medio ambiente y el tráfico, mientras que los efectos en el confort, la imagen social y la calidad de vida son más ambiguos. La mayoría de los expertos asegura que las principales barreras de uso del vehículo compartido son de naturaleza social, siendo más probable su implantación en entornos urbanos que en interurbanos.

Estos resultados resaltan la importancia de abordar los desafíos legales, económicos y sociales para la adopción y el uso exitoso de estas formas de movilidad en el futuro

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