Renovar el sistema energético comunitario y reducir la excesiva dependencia de las importaciones rusas, requiere apostar por el ahorro, la diversificación de suministros y la utilización de fuentes renovables.
La Unión Europea se enfrenta en este 2023 a uno de sus mayores desafíos en materia energética. En un contexto de crisis protagonizado por la guerra en Ucrania, con aumentos en los precios y limitaciones en los suministros provocadas por el conflicto, es imprescindible realizar ajustes en el sistema energético comunitario que permitan solucionar algunas de sus carencias más apremiantes. En especial, lo que concierne a su gran dependencia de las importaciones de gas, petróleo y carbón procedentes de Rusia, siendo un suministro con pocas garantías por la situación actual, y que deja a muchos países miembros ante una situación de abastecimiento complicada en el corto plazo.
Para solventar estos asuntos y paliar los efectos negativos de la guerra sobre la energía, la Comisión Europea puso en marcha el pasado mes de mayo de 2022 un ambicioso plan de contingencia llamado REPowerEU. Un acuerdo que recoge diferentes medidas dirigidas a asegurar el suministro de energía a toda la ciudadanía, así como a iniciar la transición hacia un sistema energético en Europa, no solo más independiente y estable, sino también más sostenible.
Plan REPowerEU
"El objetivo principal del plan es reducir la dependencia de los Estados respecto a los combustibles fósiles rusos, como el petróleo, el carbón y el gas."
Este acuerdo busca renovar por completo el sistema energético tradicional de la Unión, incorporando reformas desde su base y buscando alcanzar un doble objetivo. Por un lado, dejar de depender del suministro de Rusia – en riesgo actualmente por las sanciones impuestas al país – y por el otro, aprovechar el momento para acelerar la transición hacia una energía limpia y sostenible. De esta forma, no solo se trataría de terminar con las relaciones comerciales rusas en referencia a los combustibles fósiles, sino que ese suministro sería imprescindible sustituirlo por alternativas energéticas renovables que ayuden a cumplir los objetivos de neutralidad climática marcados.
A la hora de lograr este doble objetivo, es importante tener en cuenta que no todos los países miembros se encuentran en la misma situación energética. Depende de su grado de dependencia de Rusia, de sus posibilidades de acceder a otras opciones energéticas o de las interconexiones e infraestructuras para este fin que tengan vigentes. Teniendo estos factores en cuenta, las medidas propuestas en el plan REPowerEU se sustentan siempre bajo los principios de solidaridad y equidad entre los países, favoreciendo la cooperación entre ellos para evitar las desigualdades que se puedan producir durante el periodo de transición.
Areas de Actuación
El Plan REPowerEU toma como base el paquete de medidas Objetivo 55 presentadas en el 2021, adaptándolas a la situación energética actual y haciendo hincapié en la toma de decisiones sobre cuatro pilares básicos.
- Ahorro de energía.
- Diversificación de los suministros.
- Sustitución de combustibles fósiles por energías renovables.
- Combinación inteligente de inversiones y reformas.
1. Ahorro de energía
Para conseguir que el REPowerEU tenga éxito y que sus beneficios empiecen a percibirse con la mayor rapidez posible, el ahorro energético es una de las primeras medidas que hay que fomentar. Consumir menos energía ayuda a estabilizar el nivel del suministro y a realizar un uso más eficiente del mismo, pero también favorece la creación de reservas nacionales con las que poder afrontar con cierto alivio el futuro más inmediato.
Las propuestas de la Unión Europea en este campo se centran en dos modalidades:
- Medidas de eficiencia energética. Es el caso de la disminución del IVA para los sistemas de climatización que sean de alta eficiencia, tanto de calefacción como de refrigeración, así como la puesta en marcha de planes para impulsar y favorecer las labores de aislamiento de los edificios.
- Cambios de comportamiento en los usuarios. La Comisión Europea y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han lanzado un plan de nueve puntos llamado Poniendo de mi parte para favorecer la reducción de consumo entre los ciudadanos, con acciones tan sencillas como ajustar el termostato de la calefacción o reducir la velocidad de conducción.
Alcanzar estos objetivos requiere de un esfuerzo adicional por parte los Estados, a la hora de hacer llegar a la población toda la información necesaria en materia de ahorro energético. Hay que facilitar el acceso a las medidas, garantizar la implementación de las mismas y, sobre todo, sensibilizar acerca de la importancia de realizar estos pequeños cambios en el día a día.
2. Diversificación de los suministros
Buscar socios alternativos con los que sustituir el abastecimiento ruso es una de las áreas más importantes en las que trabaja la Unión Europea. Para facilitar estos procesos de búsqueda y de toma de decisiones, se ha creado una plataforma de compra común voluntaria que ayudará a la comunidad europea a contar con una mayor presencia en los mercados internacionales de gas, GNL (gas natural licuado) e hidrógeno.
"La plataforma permitirá revisar y ampliar los contratos con los socios, optimizar las infraestructuras de importación, la reposición de las reservas, lidiar con los cuellos de botella y focalizar la cooperación."
A futuro, la Comisión también estudiará la opción de crear un mecanismo de compra conjunta operativo voluntario, que sea el encargado de negociar y contratar, en nombre de los Estados miembros participantes. Todo ello, con el objetivo de contener los precios y facilitar el uso de las alternativas a los combustibles fósiles que tan relevantes son para la completa descarbonización del planeta.
3. Energías renovables para luchar contra el calentamiento global
El RepowerEU pone en valor a las energías renovables como la alternativa disponible más adecuada para lograr obtener un sistema energético europeo más sostenible y también más estable. Su principal ventaja es que provienen de fuentes primarias, que a diferencia de las de origen fósil, tienen una huella de carbono cero o muy baja. Es por eso que su utilización y expansión conlleva importantes beneficios en la lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones a la atmósfera, para hacer frente al calentamiento global y garantizar un futuro climático óptimo para las generaciones venideras.
De la energía solar a la eólica, pasando por la geotérmica, la oferta de suministro renovable es amplia y con grandes posibilidades de futuro si se fomenta adecuadamente. En especial, merece la pena destacar el papel tan relevante que tiene el hidrógeno renovable dentro de este plan, así como la apuesta por otros gases renovables como el biogás o el biometano.
Además de las infraestructuras necesarias para su generación, es importante hacer hincapié en el refuerzo a las cadenas de suministros y de almacenamiento para que su despliegue sea lo más rentable posible, así como fomentar la reducción del tiempo de concesión de los permisos para los proyectos renovables y promover la innovación en este campo.
4. Inversión Inteligente
Para alcanzar los objetivos establecidos dentro del plan REPowerEU, la Comisión Europea ha establecido un presupuesto de financiación de 210.000 millones de euros desde su implantación en 2022 hasta 2027. Una cuantía que tiene que invertirse de forma óptima por los Estados miembros para garantizar su rentabilidad y el éxito de las medidas. A la hora de acceder a los recursos económicos que la UE ha asignado a cada Estado miembro para gestionar a nivel nacional cada punto del plan, también se ha dotado al sistema de una mayor flexibilidad al proceso para agilizar los trámites necesarios.
En especial, en este punto hay que tener en cuenta que se trata de proyectos de larga duración, en su mayoría, y que requieren de tiempo para ofrecer resultados. Es el caso de planes relacionados con la puesta en marcha de conexiones e infraestructuras transfronterizas entre los países, vitales para poder construir un mercado de energía integrado. También es importante que parte de las inversiones vayan destinadas al aumento de la capacidad de almacenamiento de los Estados para reducir la dependencia del exterior, así como a la adaptación de la red eléctrica para garantizar el aumento de la producción en este ámbito.
Implementación del plan en España
Como el resto de Estados miembros, nuestro país también se ha marcado como objetivo aplicar las medidas del plan REPowerEU y cumplir con lo marcado por la comunidad europea. Entre las principales propuestas nacionales que podemos encontrar enmarcadas dentro de este acuerdo, destaca la publicación de una batería de subvenciones públicas con el objetivo de impulsar los proyectos de energías renovables y de eficiencia energética, tanto entre los ciudadanos de a pie como en las empresas. Por ejemplo, con incentivos a las instalaciones de autoconsumo o las ayudas para la mejora de la eficiencia energética dentro del Plan Estatal de vivienda 2022-2025. También se están llevando a cabo diferentes inversiones en energías limpias con colaboración pública y privada, con especial hincapié en sectores como el del hidrógeno renovable.
Además, para favorecer el ahorro entre los consumidores y trabajar en las labores de concienciación energética, se han puesto en marcha diferentes campañas publicitarias enfocadas a sensibilizar sobre el problema tan grave que supone malgastar energía. Un ejemplo es la campaña elaborada junto con el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) bajo el concepto “derrochólicos”.
Con la aplicación de todas estas medidas dentro del plan REPowerEU, España y la Unión Europea cogen fuerzas para afrontar una transformación estructural esencial que garantice su futuro energético. Un porvenir más sostenible y limpio que solo será posible mediante la cooperación, la toma de decisiones conjunta y la solidaridad entre todos los países miembros.
