Consecuencias generales
En primer lugar, es importante destacar que el nivel de concienciación de los ciudadanos sobre este tema es elevado, siendo muchos de ellos conscientes de que existe una problemática con las emisiones que es necesario abordar. Ahora bien, si tienen que adquirir un nuevo vehículo para sus desplazamientos, ponen por delante de la sostenibilidad otros aspectos como el económico, entre otros.
Pero no solo el presupuesto influye, sino que también juega un papel muy importante la incertidumbre. Al no conocer con claridad cuáles son las alternativas tecnológicas disponibles, cómo funcionan, cuáles son sus beneficios o no estar al tanto de los cambios en las legislaciones gubernamentales en esta materia que están teniendo lugar, retrasan su decisión de compra hasta tener algo más claras las perspectivas de futuro.
El resultado de todos estos factores es una ralentización importante del proceso de renovación del parque automovilístico por alternativas más sostenibles y, por tanto, también un estancamiento en el proceso de disminución de las emisiones de CO2. No hay más que echar un vistazo a algunos de los datos del sector en nuestro país para comprobar la gravedad del asunto:
- La edad media del parque automovilístico supera los 13 años.
- En 2021 se vendieron más coches usados con más de 10 años de antigüedad que vehículos nuevos.
- España se encuentra a la cola de Europa en implantación del vehículo eléctrico.
Para poder solucionar este problema y poder afrontar de forma efectiva la descarbonización en el transporte, es fundamental prestar más atención a las percepciones y necesidades de los ciudadanos. Las necesidades de la población son diversas y por ello, las soluciones también deben ser diferentes y adaptadas a cada situación, no sirve una única solución para todos.
Tampoco es coherente afrontar un reto tan ambicioso como es la descarbonización del transporte sin ahondar y profundizar, tanto en el problema como en las soluciones tecnológicas que están en desarrollo. Urge la necesidad de informar, divulgar y clarificar todos estos conceptos a todos los niveles, tanto en el entorno educativo como mediático y de las administraciones públicas. Siempre de una forma rigurosa y transparente que genere confianza y seguridad a los usuarios. Solo así la ciudadanía se animará a dar los pasos necesarios para propiciar un cambio que nos lleve a alcanzar los objetivos de descarbonización que tanto necesita el planeta.
Para conocer más en profundidad los resultados del estudio, no te pierdas el vídeo del evento en el que se presentaron todas las conclusiones obtenidas durante el proceso de investigación.